Desde
que el observatorio astronómico terrestre más complejo del
mundo, el Atacama Large Millimeter Array, abrió sus puertas el
13 de marzo de este mismo año, han sido muchas las observaciones
astronómicas realizadas por la red de 66 telescopios que forman el
ALMA. Está situado en el desierto de Atacama, Chile.
Este
observatorio permite a los científicos estudiar objetos
muy fríos en el espacio, como las densas nubes de polvo cósmico y
gas donde se forman estrellas y planetas, así como objetos muy
distantes en el Universo primitivo. Por otra parte, ALMA es
completamente diferente de los telescopios ópticos e infrarrojos.
Consiste en un conjunto de antenas conectadas que funcionan
como un solo telescopio gigante, capaz de detectar longitudes de onda
mucho más largas que la luz visible. Por este motivo, las imágenes
que capta son muy distintas a las que conocemos del universo hoy en
día.
El primer descubrimiento de un equipo de astrónomos que trabajaban con el telescopio aún estando en pruebas, fue una imagen muy definida de las galaxias de las Antenas, un dúo de galaxias en colisión con formas extraordinariamente distorsionadas.
Además
de esta, el telescopio ha podido captar muchas más fotografías muy
interesantes, como es por ejemplo,
el nacimiento de una estrella. Trabajando conjuntamente con
el Spitzer Space Telescope de la agencia espacial
norteamericana, a logrado obtener una imagen donde se aprecia la
formación de un nuevo astro mientras estudiaban los Herbig-Haro, o
columnas de gas.
Un
equipo internacional de astrónomos, liderado por el valenciano Iván
Martí-Vidal, ha utilizado el poder del telescopio para captar con
detalle el fenómeno conocido como ‘indigestión’ de un agujero
negro. Se trata de un suceso energético que implica un excesivo
chorro de energía y materia, en el que se alcanzan las energías más
altas del Universo y para el que todavía hay muchas preguntas que no
somos capaces de responder.
"Estamos
viviendo un momento histórico para la ciencia, en especial para la
astronomía, y tal vez también para la humanidad ya que comenzamos a
usar el mayor observatorio en construcción hasta la fecha" , ha
dicho Thijs de Graauw, director de ALMA.
En
resumen, gracias a este extraordinaria tecnología la ciencia, ha
podido avanzar muchísimo. Y teniendo en cuenta que el observatorio
todavía no funciona a máximo rendimiento, ¿quién sabe lo que se
podría llegar a descubrir?
Me parece muy interesante esta noticia, es sorprendente como avanza la tecnología hoy en día, si comparamos las imágenes y la complejidad de este nuevo telescopio con algunos de hace poco más de 50 años nos damos cuenta de que la ciencia sigue investigando y cada vez llega más lejos. Sin ir muy atrás, el telescopio Hale (1948), el más grande en su día y uno de los más precisos, ahora se queda pequeño frente a los nuevos avances. Pero, cuánto más lejos llegamos, ¿más conocemos? ¿o más nos damos cuenta que nos queda mucho por descubrir?
Ana Tornés España 1º D
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