Investigadores del
Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva de la Universidad de
Valencia, dirigidos por la catedrática Eva Barreno, en colaboración con los
profesores Eva del Campo y Leonardo Casano de la Universidad de Alcalá han secuenciado
por primera vez el genoma de los
cloroplastos de la planta del madroño, Arbustus unedo, lo que supone una novedad mundial en lo que se refiere a plantas de vida silvestre
del Mediterráneo.
El grupo de investigadores
ha descubierto que este genoma presenta pérdidas de genes, duplicaciones y
significativas recolocaciones -debidas a inversiones- que, a pesar de todo, han
mantenido su tamaño medio -150.897 nucleótidos- en relación al de otros de plantas
con flores (angiospermas).
Algunas de estas modificaciones podrían explicar, en parte, por qué algunas plantas de la flora subtropical del Terciario pudieron adaptarse a las drásticas condiciones de sequía que representó la aparición del clima mediterráneo. El cloroplasto del madroño muestra, frente al de las otras angiospermas secuenciadas, una región de copia pequeña simple (SSC) cinco veces menor, la pérdida completa o de función (pseugoneneización) de varios genes esenciales para la vida de la planta.
Es también novedoso el hecho de que largas "repeticiones en tándem" se sitúen en las zonas de recolocaciones de genes y en los pseudogenes. Previamente, se pensaba que los genomas plastidiales de las angiospermas estaban muy conservados en términos de la ordenación y composición de sus genes, pero este estudio subraya que la familia Ericáceas representa una línea evolutiva distinta de la del resto de las otras familias del orden Ericales.
También resalta el carácter parafilético de todas las Ericales respecto al resto de las angiospermas con pétalos soldados (Astéridas).
En este trabajo se ha usado la tecnología de secuenciación 454 en la empresa 'Lifesequencing' del Parc Científic de la Universidad de Valencia y el arduo proceso de aislamiento de los cloroplastos se realizó con protocolos diseñados por Julián Pérez en 'Secugen'. Para el estudio se seleccionó una población localizada en la cuenca del río Viejas (Montes de Toledo), en donde se encuentran hábitats óptimos de su área de distribución en la Península Ibérica.
El madroño es un arbusto o pequeño arbolillo, de hojas perennes y lauroides con
distribución circunmediterránea que vive en hábitats mediterráneos sometidos a
ciertos episodios de neblinas.
-Me ha
parecido muy interesante porque es una novedad mundial, y creo que es importante que
estudiemos otros aspectos de la vida al margen del hombre. Es necesario conocer
nuestro ambiente, ya que sin él no podríamos vivir. Las plantas no solo nos
proporcionan alimento, combustibles o sustancias útiles para nuestro
desarrollo, también son las que renuevan el aire asimilando el CO2
de la atmósfera y expulsando O2 que necesitamos para respirar. También
son importantes en los ciclos del agua y de los nutrientes.
Marta García Gayo, 1º Bach D
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