Después de tres décadas y media de servicio, la Voyager 1 se ha convertido en la primera nave lanzada por la humanidad que sale del sistema solar y se adentra en el espacio interestelar.
Según datos presentados en la edición electrónica de la revista Science, la nave de la NASA se encuentra ahora en una región del espacio que no está dominada por partículas emitidas por el Sol sino por partículas procedentes del espacio exterior.
Lanzada en 1977, la Voyager 1 y su gemela Voyager 2 fueron las primeras naves que visitaron los planetas gigantes Júpiter y Saturno y sus lunas. Los datos que transmitieron cambiaron la visión que la humanidad tiene de los planetas exteriores del sistema solar y han sido claves para preparar misiones posteriores. Mientras la Voyager 2 visitó también Urano y Neptuno, la Voyager 1 puso rumbo hacia la heliopausa desde 1980.
Ahora se encuentra a unas 125 unidades astronómicas de la Tierra (o 125 veces la distancia de la Tierra al Sol) y es, de todas las naves que se han lanzado al espacio, la que ha llegado más lejos. Lleva a bordo un mensaje para civilizaciones extraterrestres con imágenes y sonidos que explican de dónde procede y cómo es la vida en la Tierra. Pero a su velocidad actual, de 1,44 millones de kilómetros al día, tardaría unos 70.000 años en llegar al sistema planetario más próximo.
La Voyager 1 “se encuentra en una región del espacio inexplorada, que no comprendemos bien y que nunca hasta ahora se ha podido analizar directamente
Con un presupuesto anual para las dos Voyager de cinco millones de dólares (3,75 millones de euros), para la NASA es ahora una misión de bajo coste.
Pero, con sus baterías en declive, las Voyager tienen los días contados. Según los cálculos de los ingenieros, a la Voyager 1 le queda energía para seguir registrando datos y transmitiéndolos a la Tierra hasta el 2025. Después, continuará en silencio su viaje hacia las estrellas como una botella al mar con su mensaje para civilizaciones extraterrestres.
Me parece interesante el hecho de que sin ser uno de los proyectos espaciales más caros no solo ha sido el primero en traspasar la barrera del sistema solar sino que además es una de las que mas información nos ha aportado.
Tambien es curioso el dato de que los científicos que lo crearon tenían la esperanza de que exixtiera vida extraterrestre e incluyeran un mensaje por si alguna civilización extraterrestre lo encontrase.
Con un presupuesto anual para las dos Voyager de cinco millones de dólares (3,75 millones de euros), para la NASA es ahora una misión de bajo coste.
Pero, con sus baterías en declive, las Voyager tienen los días contados. Según los cálculos de los ingenieros, a la Voyager 1 le queda energía para seguir registrando datos y transmitiéndolos a la Tierra hasta el 2025. Después, continuará en silencio su viaje hacia las estrellas como una botella al mar con su mensaje para civilizaciones extraterrestres.
Tambien es curioso el dato de que los científicos que lo crearon tenían la esperanza de que exixtiera vida extraterrestre e incluyeran un mensaje por si alguna civilización extraterrestre lo encontrase.
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